"Bienvenido a mi morada, entre por su propia voluntad y deje un poco de la felicidad que trae"
Eso
decía Drácula en la novela, y eso estaba inscrito con letras doradas
sobre un semicírculo de madera, pintado como si fuera piedra, y colocado
sobre el frontal de esta puerta, como el ábside de un templo.
La
puerta en si misma es, junto con el dragón blanco, la protagonista de
este particular espacio al que, Dracula y yo, os damos la bienvenida.
Trabajada con moldes de arcilla y papel maché, dos gárgolas y el rostro
de un duende se integran en esta puerta que primero fue decapada para
luego aprovechar las texturas atrezándola como si fuera de piedra. Su
frontal, que da al sal
ón
de tonos medievales, tiene como objetivo dobrecoger al visitante con un
aire mágico. Ésta es la estrella de mis artes decorativas, muy
laboriosa, pero con resultados bastante increíbles.
Nadie
suele reparar en el lado trasero de las puertas, que se llenan de
colgadores, bolsos y batas cuya estética deja bastante que desear. Yo
prefiero guardar las cosas en los armarios. Cuando la puerta de la
habitación está cerrada todo esto se ve, y la puerta de alguien joven,
que aún vive con sus padres es, en suma, toda su casa. Por ello decidí
decorar esta parte, generalmente desaprovechada, con la imagen de un
ángel caído inscrito en un óvalo y algunas frases de los "textos
apócrifos de Henok" sobre la Caída de los ángeles.
Las
setas sobre el estante azul, y el papel para fondo de belenes decorado
con una luna no figuran en ninguna de las imágenes anteriores porque
están casi escondidas, situadas sobre la cama a bastante altura, es un
detalle que tiene como objetivo no dejar vacías las zonas altas, ya que
los techos, demasiado alejados, producen una sensación de vacío que
intimida a quien vive bajo ellos, ya que no estamos acostumbrados
actualmente a usar techos tan altos.
Si nos vamos acercando a estas imágenes podemos darnos cuenta de que las esquinas y las vigas no sólo están decoradas con cenefas de motivos celtas. En una esquina, como una estilizada gárgola en lo alto de una columna, vigilando la entrada, un dragón custodia los sueños del durmiente. Es el protagonista de esta habitación escepcional, sin duda. Podemos enmarcarlo en su entorno en las imágenes de abajo, que se alejan prograsivamente de él
Aunque
no parezca posible, éste es el otro lado de la habitación. En la
imagen podemos ver la mesilla de "Wilde", y un elemento nuevo: la
colcha, confeccionada con un patchwork hecho especialmente para la
ocasión con diferentes telas, azules y negras, estampadas con estrellas.
La zapatera no fue transformada más que en su color básico: el rojo original se transformó en azul marino para que se integrase con el resto de la estancia: Incluso la superficie de mármol fue respetada. Los objetos que hay sobre ella, un cuenco de papel maché, una caja de madera ornamentada con piedras azules y otros objetos, así como las fotografías de amigos de la familia y sus marcos fueron cuidadosamente seleccionados por sus colores. A la derecha de la imagen se puede percibir parte del lado interior de la puerta, tambien decorado al óleo, e intuir una porción de la cenefa celta superior, decorada con triskels y que, en este caso concreto se fractura para que el cielo azul oscuro, con estrellas doradas, situado encima se derrame.
Si
uno se acerca a esta vitrina y la mira con detenimiento, puede
encontrarse con sus detalles. Haré una única observación a este detalle:
Esculturas de ángeles, botellas rojas llenas de absenta, máscaras
venecianas, flores de tela de tamaño desproporcionado, figuras de
duendes, brujas, hadas, botellas de colonia rellenas de algas... ¿que
tienen en común todos estos objetos?
1) el estilo: figurativo, clásico, antiguo.
2) los colores: tonos frescos, azules, blancos, morados y rojos ennegrecidos.
3) lo que sugieren: magia, tiempos remotos, lugares imaginarios
Otro
reflejo en el espejo: En este caso al otro lado puede verse una
vitrina que originalmente se remodeló para amueblar una tienda.
En
este caso, el mueble original, una vitrina con espejo de fondo y
materiales de escasa calidad, se decoró con papel de periódico teñido
con anilinas color turquesa, y rematado con toques de pincel seco color
dorado. El fin era reforzar el aspecto "kitch" del mueble convirtiéndolo
en un objeto rococó donde el elemento disonante son los recortes de
periódico que lo visten, cuyos textos aún pueden leerse bajo la
superficie entintada.
También
en esta imagen se puede observar algo del trabajo de la puerta y los
leones alados con velas plateadas a los lados del espejo, partes
recicladas de una lámpara.
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