Cuando nos la encontramos en la calle estaba pintada con pintura plástica y brillante de color crema. Hasta los tiradores de madera estaban pintados de ese color horrendo y además le habían pegado algunas calcamonías de margaritas. Por suerte la salvamos de un destrozo seguro. La lijamos y teñimos con un tinte que la envejeciera y le pusimos unos sencillos tiradores de bronce.
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