lunes, 6 de julio de 2009

un perchero-armario hecho con cuerdas





Dos cuerdas y una barra son todo lo necesario. Bueno, y unos ganchos para colgar el peso del techo.
La idea de taparlo con una piel fue para darle uso a la que ya teníamos, procedente de Finlandia. Una solución fácil y barata cuando uno tiene pocos muebles.
El armario de al lado es una antigüedad que perteneció a unos amigos, y que a su vez pudo pertenecer al conocido poeta madrileño Pintor Rosales, que vivió en el mismo edificio que los
generosos donantes del armario, y que salía dibujado en un libro de poemas del autor.

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